La cultura nicaragüense refleja la mezcla predominante de la herencia española e indígena. Poco se conservó definitivamente de esta última, aunque se encuentran vestigios de la misma.
Nicaragua es famosa por su gran número de fiestas y tradiciones.El colorido, la comida y bebida, la pólvora, la música, los bailes típicos, los desfiles hípicos, las corridas de toros, los promesantes y los actos religiosos, forman parte de estas fiestas que pueden extenderse por varios días, constituyen la esencia de la cultura popular nicaragüense. La Purísima, dedicada a la Inmaculada Concepción de la Virgen María, es la fiesta religiosa más popular de todo el país, consiste en una celebración donde se crean altares con imágenes religiosas de la virgen en los cuales la gente llega a cantar para obtener algo de lo se obsequian.
Las fiestas patronales constituyen la cara y el corazón de Nicaragua, pues en estas se ve reflejado la idiosincrasia del pueblo, el fervor y el amor a su patria.
La música vernácula y autóctona nicaragüense es una de las más ricas de la región, señalando a recopiladores y autores de la misma como Erwin Krüger, Camilo Zapata, Luis Enrique Mejía Godoy y su hermano Carlos Mejía Godoy, Los de Palacagüina, los Bisturices Armonicos, Otto de la Rocha, entre otros. La música nicaragüense (son nica, polka y mazurca segoviana, y la música vernácula en general) muestran gran influencia española y alemana.
Nicaragua es uno de los países con mayor cantidad de poetas y escritores en América Latina.
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